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La presidenta entrante apuesta el crecimiento al desarrollo de 10 corredores especializados en México y aunque el impulso es positivo, ¿qué retos enfrentan? Algunos se topan con la falta de información y de recursos, como energía eléctrica y agua, la inseguridad y la necesidad de formación del capital humano.
La Ciudad de México para hacer medicinas, Querétaro para el sector aeronáutico y Chihuahua para las exportaciones. Así visualiza Claudia Sheinbaum su estrategia para el crecimiento económico del país. Se trata de impulsar diversas industrias por regiones. Y el dicho popular así lo dice: “En México, hay muchos Méxicos”, y hace referencia a lo diverso que es el país en materia de crecimiento económico.
Frente a este panorama, el próximo gobierno federal tiene la intención de aprovechar la posición geográfica y ventajas que posee cada grupo de entidades de la República Mexicana.
Analistas consultados por Bloomberg Businessweek México consideran que es importante que, a semanas del triunfo electoral de Sheinbaum se den a conocer este tipo de proyectos, pero reconocen que hay una lista de pendientes en los que tendrá que trabajar para lograr el éxito deseado y que realmente se pueda cambiar la estructura económica del país.
De los 10 corredores especializados destaca la atención sobre el sureste mexicano, que ha sido históricamente el más rezagado en desarrollo económico y que ahora se busca fortalecer de la mano de los proyectos que se llevaron a cabo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
¿Son viables los corredores industriales?
Sobre las regiones del sur, las especialistas consideran que lucen como proyectos viables y necesarios para acortar el rezago; sin embargo, para el desarrollo de industrias hacia el Centro, el Bajío y Pacífico del país se requiere más información sobre cómo se pretende llevarlos a cabo.
“Hasta el momento es muy poca la información que tenemos. Es valioso identificar que no están poniendo el mismo perfil o intención de crecimiento o desarrollo en cada una de las regiones, es decir, no se habla nada más de ‘vamos a generar trenes, carreteras o parques industriales’, las regiones tienen perfiles productivos diferentes”, dijo Guillermina Rodríguez, subdirectora de análisis económico de Citibanamex.
Castañeda abundó que en el sur los proyectos pueden ser viables y destacó la importancia de la sustentabilidad y la intención de fortalecer las nuevas tecnologías enfocadas en el campo. Sin embargo, Hellen Castañeda, profesora de la UNAM y experta en geografía económica, dijo que se necesita que realmente se ponga en marcha cada proyecto. “Hay mucha iniciativa, pero poca acabativa. Es algo que todos los gobiernos hacen de proponer mucho y no se hace nada, se necesita el dinero y aquí la inversión extranjera directa va a jugar un papel fundamental”, señaló.
Entre los retos que identificaron las expertas está el abastecimiento de servicios básicos como energía eléctrica y agua, pero también la inseguridad para el transporte de las mercancías.
“Necesitamos no sólo energía, necesitamos obras importantes hídricas para asegurar que la población tenga acceso a agua potable. No hemos hecho obras importantes de infraestructura de agua, varias regiones del país tienen la problemática de no tener suficiente agua para la población, entonces qué puede esperar una empresa si no hay agua”, dijo Adriana García, coordinadora de análisis económico de la organización México, ¿cómo vamos?
Respecto a la inseguridad, los inversionistas han manifestado en los últimos dos años que ese es el principal obstáculo para el crecimiento de la economía mexicana.
Además, otro de los retos para este tipo de industrias radica en la formación del capital humano, aspecto en el que se necesita un diagnóstico para saber cuáles son las profesiones que México necesitará en el futuro, dijo García.
“Es importante el desarrollo por regiones porque no tenemos recursos naturales, ni de trabajadores, ni infraestructura… debe existir una sinergia entre la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación y la Secretaría de Educación Pública para desarrollar planes que estén hechos a las necesidades de cada región”, estimó la experta de México, ¿cómo vamos?
El desarrollo que se busca lograr puede tener éxito si se atienden las problemáticas y hay cooperación entre el sector público y la iniciativa privada; además, los resultados se darán de manera paulatina, por lo que, con el paso de los años podría verse un cambio en la estructura económica de México.
Lo positivo de los corredores industriales
Este primer paso ha sido bien recibido por especialistas al considerar que se pone en la agenda a todas las entidades y centra la atención en las de mayor rezago, que son las del sur y sureste del país y que pueden ser imán de inversiones hacia los próximos años.
“Se me hace algo muy positivo el hecho de que identifica los corredores y da una pequeña descripción del perfil económico de cada una de las regiones, eso es muy valioso porque existen ‘varios Méxicos’, el industrializado que está en el norte; el que está más enfocado al turismo; el que está más rezagado, y el que ha sido punta de lanza de algunos sectores como el Bajío”, dijo Guillermina Rodríguez.
Por su parte, Castañeda apuntó que en una economía como la mexicana es muy importante la planificación por regiones y el proyecto de Sheinbaum luce incluyente porque pone atención a las que han sido excluidas.
“Se estimula el crecimiento económico. Es importante que se planifiquen estos corredores porque vienen a fomentar el crecimiento y posteriormente el desarrollo económico”, dijo Castañeda.
Añadió que se involucra a todos los estados de la República y dejará resultados paulatinos que se observará en la Inversión Extranjera Directa, la creación de empleos y el desarrollo tecnológico, en un momento clave como el fenómeno del nearshoring.
Adriana García, dijo que el diagnóstico del próximo gobierno federal es relevante porque identifica las vocaciones de cada región, partiendo del hecho que las condiciones son muy distintas entre cada una.
“Identifica cuál es la actividad económica principal, en qué se han desarrollado sus cadenas de valor, dónde están los empleos de las personas que habitan estas regiones y cuáles son las áreas de oportunidad y los rezagos que hay”, dijo García.
Puso como ejemplo que en el norte del país exista una integración más profunda entre las cadenas de suministro de Norteamérica que han evolucionado con los tratados de libre comercio, mientras que en el sureste todavía está ese pendiente de la integración con Estados Unidos.
Mayor apuesta con los corredores
Hacia delante, el impacto y crecimiento económico se observará de manera distinta entre las regiones, a medida que se concreten inversiones y se desarrollen las industrias.
Por ejemplo, en el “Transístmico”, involucra los sectores de energías renovables, manufactura especializada, agroindustria y logístico.
El del “Golfo” está dirigido a la industria petroquímica, hidrocarburos, maderable, frutícola y de la pesca. Mientras que el “Maya” está enfocado en el turismo, agroindustria, energía renovable, alimentos y bebidas, y servicios.
Sobre esta región, Guillermina Rodríguez, de Citibanamex, dijo que “una primera ventaja es que ya se ha avanzado en el transístmico, ahí ya tienes una parte que debería mejorar el traslado de mercancías, ganar inversiones en la zona”.
Destaca que en estos tres corredores se busca la diversificación más allá del turismo que ha sido el catalizador en esta región; Quintana Roo, por ejemplo, tuvo un crecimiento económico de 10.1 por ciento anual, siendo la entidad con la expansión más notable del país en el 2023, según el INEGI.
“Cada corredor tiene una razón que va a responder a las ventajas competitivas. En el sur tenemos la creencia de que es sólo turismo, pero también es agropecuario; están sobresaliendo las ventajas competitivas y comparativas y no sólo están diciendo ‘voy a llevar la industria de autopartes a Chiapas’”, ejemplificó Castañeda.
Oaxaca fue la segunda entidad con mayor crecimiento con un 8.3 por ciento; Campeche y Tabasco, 5.2 por ciento; Yucatán, 4.8 por ciento, todas estas por encima del 3.2 por ciento a nivel nacional.
Veracruz tuvo un crecimiento de 2.7 por ciento y Chiapas, de 1.6 por ciento en 2023, respecto al 2022.
Uno de los puntos críticos es la pobreza laboral en estas entidades, lista que lidera Chiapas, con 63.3 por ciento de su población hasta el 1T24, aunque por debajo del 71.9 por ciento al cierre del 2018.
Le sigue Oaxaca, con el 59.7 por ciento de su población en pobreza laboral, pero que también mostró un progreso en estos seis años, pues era de 65.1 por ciento en el 4T18.
Ampliar el enfoque
Para el corredor del AIFA se pretende incluir la industria de dispositivos médicos y químico-farmacéutica, logística, manufactura especializada, servicios, alimentos y bebidas.
Lo relevante en la CDMX o el Edomex es que se busca ampliar su oferta, debido a que las economías de ambas se sustentan en los servicios, pero también en ciertas zonas existen industrias que ahora se verán reforzadas, donde Hidalgo puede asociarse para diversificar su economía. Estas tres entidades aportan el 25.3 por ciento del PIB.
En el caso del corredor del “Bajío” se pretende fortalecer al sector automotriz, centros de datos, aeronáutico, pero también se busca potencializar el turismo en la región. De esta región la que gozó de un mayor crecimiento en 2023 fue San Luis Potosí y Aguascalientes, con 7.9 y 5.2 por ciento anual, respectivamente.
Mientras que, en el corredor del “Centro”, el enfoque está sobre la industria textil, automotriz y eléctrico-electrónico, donde la entidad con experiencia es Puebla y con ello pueda dar el impulso a Tlaxcala que es la que tiene menor peso en el PIB del país, con 0.6 por ciento.
En el “Pacífico” se busca dinamizar la agroindustria, la industria 4.0, logística y turismo, donde será clave el aprovechamiento de los puertos, principalmente en Colima, pues al igual que Tlaxcala sólo aporta el 0.6 por ciento del PIB.
En el corredor “Frontera” se agrega al sector de autopartes, manufactura y agroindustria. En esta región, las entidades son el motor de los envíos al extranjero.
Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, que forman parte de este corredor, reportaron exportaciones por un total de 225 mil 626 millones de dólares en 2023, equivalente al 42.3 por ciento del total de las exportaciones de México.
En Chihuahua, la industria que tiene el mayor peso en las exportaciones es la fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos.
Mientras que, en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas su principal industria de exportaciones recae en la fabricación de equipo de transporte.
Estas tres entidades podrían retomar el crecimiento económico, pues en 2023 estuvieron por debajo del 3.2 por ciento del PIB nacional; Nuevo León creció 3.0 por ciento anual; Coahuila, 1.2 por ciento y Tamaulipas fue la entidad con el peor desempeño, al reportar una contracción de 1.0 por ciento.
Dentro del corredor “Baja” el enfoque se basa en desarrollar la industria de los semiconductores, generación de renovables, turismo y agricultura. En el “Noroeste” se ubica la industria de la minería, agricultura y generación eléctrica.
“Las propias regiones en el norte tienen una infraestructura mucho más desarrollada y podría ser aprovechada; se requiere más apoyo en términos de infraestructura y creo que se podría seguir creciendo en estas zonas que han sido muy importantes para el desarrollo industrial del país”, dijo Rodríguez de Citibanamex.
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