[ad_1]
El cielo de Torreón quedó envuelto en la capa de un diablo de polvo poco antes de que llegara el atardecer: era 12 de junio de 1985 cuando una potente tolvanera elevó la arena del suelo cubriendo todo a su paso.
Las láminas de las casas tronaron, los anuncios cayeron y los árboles cedieron ante la fuerza del viento.
El fenómeno, según declaraciones recuperadas por MILENIO en 2023, duró casi 3 horas, mismas en las que la ciudad coahuilense se paralizó: la gente en la calle buscó lugares seguros para resguardarse mientras que los automovilistas detuvieron la marcha debido a que no podían ver nada.
Aunque en México las tolvaneras no son nuevas (en algunas regiones del país el ‘tierrón’ aparece cada año), pocas veces se puede presenciar un fenómeno tan potente como el que experimentó Torreón hace 39 años: provocó dos accidentes vehiculares, daños a viviendas y el derrumbe de árboles y techos.
¿Qué son, por qué se forman y que provocan las tolvaneras?
También conocidas como remolinos o diablos de polvo (dust devil), las tolvaneras son vórtices creados por “un fuerte calentamiento del suelo” y se caracterizan por ser más pequeñas y menos intensas que un tornado, como explica la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Ocurren en casi todo el mundo y en la mayoría de los casos suelen durar sólo unos minutos antes de disiparse. En regiones desérticas los remolinos de polvo pueden alcanzar alturas de cientos de metros y durar una hora o más, como ha llegado a ocurrir en el desierto de Arizona.
Aunque es raro que se presenten, cuando una tolvanera alcanza una gran intensidad puede llegar a ocasionar diversos daños, entre ellos, afectaciones en la calidad del aire.
En marzo de 2021 tanto la capital del país como la región norte-oriente del Valle de México sufrieron el embate de fuertes vientos y tolvaneras que dejaron a su paso una alta concentración de contaminantes en al región, según dio a conocer el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.
¿Cuándo y dónde se forman?
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en México los terregales comúnmente se originan en zonas desérticas, en condiciones de sequía y poca vegetación.
Por ello es más común verlas durante la primavera y el verano: altas temperaturas, el calentamiento de la capa superficial del aire y la sequedad del suelo durante el periodo de estiaje son elementos básicos para su formación.
Dado su patrón de formación, este fenómeno climatológico tiende a aparecer principalmente en regiones desérticas y semidesérticas, en México, los estados con estas características son principalmente Sonora, Baja California, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Chihuahua.
Conagua calcula que en la región de La Laguna (zona que comprende dos municipios de Durango y tres de Coahuila) se presentan entre 8 y 12 tolvaneras anuales.
No obstante hay otras partes del país en las que se pueden formar (especialmente si el lugar se encuentra atravesando una temporada seca y no hay árboles o verde a la vista). Investigaciones señalan que en los años 60 se presentaban tolvaneras en los primeros días del año en la zona del lago de Texcoco “debido a una ausencia de cubierta vegetal ”.
Apenas el 12 de junio se reportó la presencia de tolvaneras en Guadalajara, capital de Jalisco. En los últimos meses la región ha experimentado un periodo anormalmente seco —según los datos del Monitor de Sequía de Conagua—, así como un clima bastante cálido.
El DATO
La gran tolvanera de 1928 y la vez que se suspendió un partido
De acuerdo con información del reportero Luis Alberto López, uno de los remolinos de polvo más intensos que han sido documentados se presentó el 9 de abril de 1928 en Torreón pues el viento superó los 200 kilómetros por hora.En 2021, es decir 93 años después, se presentó un diablo de polvo que si bien no fue tan intenso, sí provocó que el partido de Santos vs Rayados se detuviera por varios minutos.
¿Cómo nace y muere una tolvanera?
La NOAA destaca tres elementos que por lo general están involucrados para la formación de este fenómeno:
- Cielos despejados
- Vientos suaves
- Un fuerte calentamiento en el suelo (normalmente en la frontera entre diferentes tipos de superficies, como por ejemplo, asfalto y tierra)
“La repentina subida de aire caliente hace que el aire se acelere horizontalmente hacia el fondo del vórtice recién formado. Esta bolsa de aire que aumenta rápidamente puede comenzar a girar y, si continúa estirándose en dirección vertical, aumentará su velocidad de rotación”, señala la NOAA.
Conforme el aire va ascendiendo, se va enfriando, por lo que se ve obligado a descender ya que se vuelve más pesado, al bajar por el centro del vórtice permite que la tolvanera vaya tomando forma de embudo.
Una vez listo, se convierte en “una chimenea en forma de embudo a través de la cual el aire caliente se mueve hacia arriba y en forma circular”.
Mientras haya suministro constante de aire cálido e inestable disponible para el remolino de polvo, éste continuará moviéndose por el suelo. “Una vez que el aire cálido e inestable se agota o el equilibrio se rompe de alguna otra manera, el remolino de polvo se descompondrá y se disipará”, explica la NOAA.
Tolvaneras extraterrestres
El fenómeno que se puede apreciar en México y otras partes del mundo también se replica en otros puntos del universo.
Y es que, apenas en noviembre del 2023 se dieron a conocer las imágenes captadas por el rover Perseverance de la NASA, mismo que logró capturar el avance de un remolino de polvo sobre la superficie de Marte.
El ‘demonio de polvo’ alcanzó una velocidad de cerca de 20 kilómetros por hora, 61 metros de ancho y una altura de casi 2 kilómetros, según los cálculos de la agencia espacial.
En aquel entonces se detalló que la formación de este fenómeno es similar al proceso que se vive en la Tierra. No obstante, en el planeta rojo estos remolinos son mucho más débiles, además de que pueden alcanzar mayor altura debido a que no hay nubes que los restringen.
Un estudio publicado en 2018 señala que las tolvaneras marcianas podrían ser el principal vehículo para del polvo, pues se estima que en un día promedio se forman alrededor de 145 millones de ellas.
LHM
[ad_2]
Source link